Frayba: “Gobierno crea y administra conflictos para el control territorial en Chiapas”.

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San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

3 de marzo de 2011

Boletín No. 07

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Presentación del Informe: “Gobierno crea y administra conflictos para el control territorial en Chiapas”.

 

El día de hoy este Centro de Derechos Humanos (Frayba) presenta el informe denominado “Gobierno crea y administra conflictos para el control territorial en Chiapas”. En este informe realizamos un análisis documental sobre la situación imperante en la región, los intereses que están enmarcados en el Conflicto Armado Interno, ahora en la fase de disputa del Territorio, ya que Chiapas es una beta de gran riqueza para la inversión privada, impulsada con los proyectos ecoturísticos.

Los proyectos de inversión programados intentan despojar del territorio a los Pueblos a través de distintas estrategias como desalojos forzados, la cooptación para la firma de “convenios de desarrollo”, la ocupación policial y militar de la zona, la criminalización de defensoras y defensores.

En ese marco, los hechos ocurridos el pasado 2 de febrero del 2011 en la zona de Agua Azul, ejido San Sebastian Bachajón (SSB), Municipio de Chilón, donde perdió la vida el Sr. Marcos García Moreno y resultó herido el Sr. Tomás Pérez Deara, además de haber sido detenidas 117 personas, de las cuales permanecen aún 10 presos políticos, representan la implementación de una estrategia calculada por el Gobierno del Estado de Chiapas, que generó una confrontación entre actores de la zona, para luego colocarse como mediador y administrar el conflicto. En la implementación de este plan, el Frayba cuenta con diversos testimonios que señalan al Secretario General de Gobierno del Estado de Chiapas, Noé Castañón León, como uno de los autores intelectuales.

Cabe señalar que el gobierno estatal rompió con un proceso de diálogo y arreglo comunitario que los actores sostenían desde el 2010, para que fueran los mismos habitantes de la zona quienes administraran y preservaran los recursos naturales heredados de sus ancestros.

La situación que prevalece en la zona de Agua Azul, es producto de una guerra integral de desgaste, que genera las condiciones para enfrentar a las organizaciones de esta región, por tal razón lo que se disputa en este conflicto, no es el control de una caseta de cobro para entrar a las Cascadas de Agua Azul, sino la defensa a la tierra y al territorio de los pueblos indígenas de la región, que construyen su propio proyecto de autonomía.

Por la información recabada, los datos documentales como testimonios, denuncias de ejidatarios/as de La Otra Campaña de SSB y monitoreo hecho en años anteriores, este Centro de Derechos Humanos puede afirmar que en los hechos ocurridos, el gobierno mexicano no sólo no intervino para prevenir el conflicto, sino que planeó los actos mediante una estrategia para el control territorial de la zona en el marco de un Conflicto Armado Interno no resuelto.


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Frei Betto: Para una relación de alteridad con los medios

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sábado 5 de marzo de 2011

«Cuando hacemos una utilización de los medios dentro de una perspectiva revolucionaria, debemos partir de lo que motiva a la gente y no de las convicciones dogmáticas de nuestras ideas revolucionarias. Ese es el desafío, descubrir cómo hacer algo que interese a la gente y desde ahí desarrollar una pedagogía», sostiene en esta entrevista el teólogo brasileño.

Yinett Polanco / LA JIRIBILLA

El mundo vive hoy una etapa de transformaciones que remueve los cimientos de lo que durante décadas se consideró como cierto o establecido. Esta situación se hace realidad particularmente en América Latina, donde una serie de mandatarios progresistas han intentado durante los últimos años conducir a los países del continente fuera de los abismos en que los habían sumido los gobiernos neoliberales y las dictaduras precedentes. Pero si en muchos de los pueblos del Río Bravo a la Patagonia se vive hoy una revolución social, esta no siempre es expresada por los medios de comunicación dominantes dentro y fuera de los límites continentales.

Con motivo de la realización del II Taller Internacional Medios Digitales y Contexto Social: Desafíos ante el cambio, convocado por La Jiribilla y La Ventana, portal informativo de Casa de las Américas, conversamos con el teólogo e intelectual brasileño Frei Betto, quien se encuentra nuevamente en Cuba participando de la Feria Internacional del Libro. Los retos que para los llamados medios alternativos presenta esta situación, y qué armas pueden utilizarse para un acercamiento crítico al producto que venden los grandes consorcios de la información sirvieron de punto de partida para este breve encuentro. LEA LA ENTREVISTA COMPLETA AQUI

El desafío de democratizar la democracia

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sábado 5 de marzo de 2011

El debate es torno al sistema dominante se torna clave para la construcción de una América Latina soberana y autodeterminada. Ironía o planificación, la democracia implantada intenta reducir los ejercicios democráticos.

Daniel Gonzalez / Agencia Periodística del Mercosur

Existe una diversidad de debates presentes en el escenario latinoamericano del siglo XXI, pero existe también la sensación de que los mismos terminan reducidos, casi con exclusividad, al aspecto económico.

Si bien la dimensión económica es central en todo proceso que se proponga la transformación de las condiciones vigentes -y sobre todo si implica la restitución de riquezas apropiadas ilegítimamente-, observar exclusivamente el recorte económico conduce a omitir la aparición de dimensiones socio–culturales que también se instalan como espacio de conflicto y confrontación.

Un punto fundamental a debatir hoy en la región, y que -aunque sea de manera indirecta- será puesto en cuestión en los procesos eleccionarios de los próximos años, es el referido al modelo de democracia imperante, su vigencia y retrocesos en Latinoamérica, y las posibles ampliaciones del mismo. LEA EL ARTICULO COMPLETO AQUI…

El gobierno Piñera: Un año

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sábado 5 de marzo de 2011

En pocas palabras: sea que se trate de un elogio o un insulto, para unos u otros, habría que decir que el gobierno Piñera se parece mucho a los gobiernos concertacionistas.

Álvaro Cuadra / ALAI

Un balance mínimo del primer año del actual gobierno plantea una cuestión de entrada, si acaso estamos ante el primer gobierno de derecha en pos-dictadura o, bien, se trata – más bien- del gobierno de Sebastián Piñera. La pregunta no es baladí y nos lleva a uno de los rasgos centrales que caracteriza a la actual administración: estamos ante un gobierno “mediático-personalizado”. Esto quiere decir que el actual gobierno organiza su imagen en torno a la figura del presidente que exhibe sus actuaciones a través de los medios de comunicación. Esta “personalización” extrema se afirma, por cierto, en una cierta tradición presidencialista, pero sobre todo, en la hegemonía mediática sin contrapeso que ejercen los sectores empresariales ligados a la derecha. LEA EL ARTICULO COMPLETO AQUI…

Recordar en marzo: Rutilio Grande y Monseñor Romero

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sábado 5 de marzo de 2011

En Rutilio Grande y en Monseñor Romero se unió la fe y la justicia, y eso se constituyó en una buena nueva que irrumpió en un mundo deshumanizado por la opresión y la represión.

Carlos Ayala Ramírez* / Adital

Del origen de la palabra «recordar” se dice que viene del latín «recordari”, formada de «re” (de nuevo) y «cordis” (corazón). Según esto recordar quiere decir mucho más que tener a alguien presente en la memoria; significa volver a pasar por el corazón. Cuando recordamos tomamos distancia de la urgente actualidad para sacar a luz todo ese pasado nuestro y ponerlo de nuevo a resonar. Marzo, para la historia de la Iglesia salvadoreña y latinoamericana, es ciertamente un mes para recordar en el sentido original de esta palabra, es decir, volver a pasar por el corazón la vida y el legado de dos mártires: el padre Rutilio Grande (asesinado el 12 de marzo de 1977) y Monseñor Óscar Romero (asesinado el 24 de marzo de 1980). Del primero queremos recordar su utopía cristiana (animadora de nuevas realidades históricas) y del segundo su profecía (que cargó con los horrores de esa realidad).

La utopía que inspiraba la vocación del padre Grande, la podemos visualizar en su conocida homilía del 13 de febrero de 1977, pronunciada en una gran concentración popular en Apopa, a raíz de la expulsión del padre Mario Bernal; el contexto era ya de una clara persecución a la Iglesia que había hecho su opción por los pobres y la justicia. Algunos párrafos de esa importante homilía describen en un lenguaje bíblico popular, tanto sus sueños de futuro como la realidad por la que atravesaba el país en ese momento.

Decía Rutilio:»Un Padre común tenemos todos los hombres. Luego todos somos hijos de tal Padre, aunque hayamos nacido del vientre de distintas madres aquí en la tierra. Luego todos los hombres, evidentemente, somos hermanos. Todos por igual unos de otros. Pero Caín es un aborto en el plan de Dios. Y existen grupos de caínes…Dios, el Señor, en su plan, a nosotros nos dio un mundo material… Un mundo para todos, sin fronteras. Así lo dice el Génesis…Luego, una mesa común con manteles largos para todos, como esta Eucaristía. Cada uno con su taburete. Y que para todos llegue la mesa, el mantel y el conqué…”.

Dijo además: «Las estadísticas de nuestro pequeño país son pavorosas a nivel de salud, a nivel de cultura, a nivel de criminalidad, a nivel de subsistencia de las mayorías, a nivel de la tenencia de la tierra. Todo lo arropamos con una falsa hipocresía y con obras suntuosas. ¡Ay de ustedes, hipócritas, que de dientes a labios se hacen llamar católicos y por dentro son inmundicia de maldad! ¡Son caínes y crucifican al Señor cuando camina con el nombre de Manuel, con el nombre de Luis, con el nombre de Chabela, con el nombre del humilde trabajar del campo…”.

La idea central de su predicación fue la del padre común; esta idea pertenece a la tradición cristiana y tiene consecuencias muy concretas: los bienes de la tierra, obra del creador, son comunes y se ordenan al bien de todos los seres humanos; éstos son simples administradores y no propietarios de los bienes, de modo que el derecho a la propiedad se considera limitado y relativo; retener en exclusividad los bienes comunes es un robo y, consiguientemente, deben ser devueltos a los pobres, no en calidad de beneficencia, sino de justicia. La utopía por la que dio la vida el padre Rutilio es la que proclama los bienes compartidos, la fraternidad, la igualdad, el amor incluso a los enemigos y la justicia. En una palabra, la utopía del reinado de Dios.

¿Y qué decir de la profecía de Monseñor Romero? Profecía y martirio han estado estrechamente vinculados en su vida. En este sentido, es considerado un profeta en la línea de los grandes profetas de Israel. En efecto, José Luis Sicre, un experto biblista, sostiene que «un auténtico profeta en el sentido bíblico de la palabra surge rara vez. En la historia de Israel quizás no hubo más que ocho o diez. Ustedes (los salvadoreños) –afirma Sicre- han tenido la suerte de haber conocido a uno de ellos: a Monseñor Romero”.

La profecía del arzobispo mártir, partió de su amor y de su compromiso hacia los pobres. Él consideraba que la Iglesia traicionaría su mismo amor a Dios y su fidelidad al evangelio si dejara ser «voz de los sin voz”, si dejara de ser defensora de los derechos de los pobres, si dejara de ser animadora de todo anhelo justo de liberación, si dejara de ser orientadora, potenciadora y humanizadora de toda lucha legítima para construir una sociedad más justa. Según Monseñor Romero, el mundo de los pobres nos enseña dónde debe encarnarse la Iglesia para evitar la falsa universalización que termina siempre en connivencia con los poderosos. El mundo de los pobres nos enseña cómo ha de ser el amor cristiano que busca ciertamente la paz, pero desenmascara el falso pacifismo, la resignación y la inactividad. El mundo de los pobres nos enseña que la sublimidad del amor cristiano debe pasar por la imperante necesidad de la justicia para las mayorías y no debe rehuir la lucha honrada. El mundo de los pobres nos enseña que la liberación llegará no sólo cuando los pobres sean puros destinatarios de los beneficios de gobiernos o de la misma Iglesia, sino actores y protagonistas de su lucha y de su liberación. La denuncia profética de Monseñor Romero, pues, no es una denuncia que parte de valores abstractos o de mundos genéricos. Al igual que los profetas bíblicos, la suya es una palabra historizada: parte del mundo de los pobres (oprimidos y reprimidos) y de su especial preocupación y amor por ellos. En Israel eran huérfanos, viudas, emigrantes. En El Salvador eran campesinos, catequistas, miembros de organizaciones populares, integrantes de las comunidades eclesiales de base, sacerdotes, religiosos, torturados, masacrados, desaparecidos.

Si recordar es volver a pasar por el corazón, es decir, dejarnos afectar por su legado y testimonio, mucho tendremos que recordar sobre todo en un mundo que está necesitando del profetismo-utópico al estilo de Jesús de Nazaret. En Rutilio Grande y en Monseñor Romero se unió la fe y la justicia, y eso se constituyó en una buena nueva que irrumpió en un mundo deshumanizado por la opresión y la represión. Unir la fe y la justicia es una de las herencias fundamentales que ambos nos dejaron, tan necesaria para el mundo de hoy, y tan ausente en muchos ámbitos del cristianismo que predomina.

*Director de Radio Ysuca de El Salvador (http://www.ysuca.org.sv/)

El Salvador: Gorilas en la niebla

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sábado 5 de marzo de 2011

Las declaraciones de Mauricio Funes en Colombia, en las que elogia al país de los “falsos positivos”, no son lo más grave, sino que pretenda revivir un pacto con una fuerza militar tan conservadora, represiva y pro yanqui. Es vergonzoso que el FMLN no tenga una idea mejor para la seguridad del país que refugiarse bajo las casacas de los militares.

Carlos Molina Velásquez / ContraPunto (El Salvador)

Imagine que unos amigos le piden usar parte de su casa para realizar actividades de las que no piensan informarle absolutamente nada. Sería muy lógico que no se los permita o que al menos les exija someterse a sus propias condiciones. Quizás porque no pensamos realmente que El Salvador sea Nuestra Casa, los salvadoreños actuamos de manera diferente: los militares estadounidenses montaron una base en Comalapa, en la que hacen lo que quieren y sin tener que informar a las autoridades salvadoreñas. Mientras tanto, el gobierno de Funes no tiene el valor de exigirle al gorrón de John Wayne que se vaya y, para más escarnio, incluso está pensando en colaboraciones que son una auténtica amenaza.

Hay mucho más que mera gorronería en todo esto. En su libro El águila despliega sus alas de nuevo: Un Continente bajo amenaza, la investigadora mexicana Ana Esther Ceceña explica la estrategia militar estadounidense, que tiene como elemento esencial el establecimiento de bases militares en América Latina, entre las que se encuentra la de Comalapa. Si bien no es muy impresionante comparada con las 13 bases gringas en Colombia (entre instaladas y proyectadas), su ubicación es fundamental para el Pentágono, quien emprende en estos momentos una ofensiva clara contra algunas repúblicas suramericanas, aunque su interés esencial sea más ambicioso: establecer la infraestructura militar que le permita una rápida intervención en cualquier país del Continente, empresa muy útil si hace falta apoyar un golpe de estado o garantizar el éxito de una invasión.

Con este telón de fondo debemos leer el reciente viaje de Funes a Colombia. Las declaraciones de nuestro presidente, en las que elogia al país de los “falsos positivos”, no son lo más grave, sino que pretenda revivir un pacto con una fuerza militar tan conservadora, represiva y pro yanqui como la de ese país. Ideológicamente, se ha querido vender como una estrategia de lucha contra el “narcoterrorismo”, que se suma ahora al papel de espantapájaros que ha tenido siempre el “miedo al comunismo”. ¡Amenaza roja y peligro en polvo! Sin embargo, no es un movimiento aislado, dado el incremento de capital colombiano desembarcando en nuestras costas. Son lazos que llevan una mezcla explosiva: drogas, pólvora y dólares. ¡Ah, las guerras del capitalismo!

El narcoterrorismo es el núcleo de la nueva estrategia contrainsurgente. Ideas quiere la guerra y la última que se les ocurrió a los dirigentes gringos fue la de la amenaza del narco. No hace falta ser un genio para saber que la tragedia que representa el narcotráfico terminaría si se despenalizara el consumo y se dejara de perseguir a los traficantes, pero a estas alturas es bastante evidente que a los funcionarios estadounidenses y a sus secuaces de este lado del Río Grande no les interesa resolverla, sino explotarla como el inmenso negocio que es: vendes droga, vendes armas y tienes estupendas excusas para intervenir militarmente en las naciones que no se someten (como quieren hacer en Bolivia, contra Evo). ¡Y los muertos los ponen los pobres de ambos lados! ¿Se puede pedir más?

Los militares yanquis se preparan para nuevas guerras y quieren que los acompañemos. Aguzando la visión se puede ver a los gorilas del Pentágono, agazapados tras la niebla de la desinformación y rodeados de una multitud de primates de nuestras latitudes. La historia militar es especialmente triste en nuestro país, por eso no podemos asistir indiferentes a los brincos de los chafarotes. Y más increíble es que “el gobierno de la izquierda” se deshaga en regalos y sonrisas para los militares salvadoreños. Al menos los areneros eran congruentes con su ideología, al apoyar la infame guerra de Bush El Tonto, en Irak; pero es vergonzoso que el FMLN no tenga una idea mejor para la seguridad del país que refugiarse bajo las casacas de los militares y aplaudir a Obama I, Gran Señor de la Guerra Global.

Una advertencia: en ningún momento quise ofender a esos magníficos animales que son los gorilas. Sin embargo, soy heredero de la jerga de los setenta, que consagró la palabra para referirse a los militares. No cabe duda de que aquella (aún no tan) vieja película, El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968), les hizo una pésima propaganda a estos nobles, inteligentes y pacíficos animales. Pero también es cierto que el gorila de muchas pesadillas latinoamericanas habita aún entre nosotros y aquellos que se inspiran en su efigie han recibido más reconocimientos de los que merecen.

No estoy de acuerdo con el alargamiento del servicio militar obligatorio, aun si se argumenta que no hay otra clase de trabajo para los jóvenes. Para un país como El Salvador, fomentar el militarismo no es una opción. Esa institución hizo una guerra contra su propio pueblo y nunca se arrepintió de nada; en todo el territorio, no se me ocurre otra que deba generarnos más desconfianza. Y no vale decir que “los jóvenes acuden voluntariamente a las convocatorias”, pues a eso los empuja la pura y brutal necesidad, y quizás el terror a emprender un viaje sin retorno hacia El Norte. Tampoco es cierto que “no hay que preocuparse, pues no estamos en guerra”, ya que, como señalé al inicio, está claro que los chafas gringos se mueren de ganas por hacer “unas dos que tres”.

Pero hay algo más: el militarismo es vulgar ideología, además decadente y antihumanista. Es posible que en algún país del mundo o en alguna época pretérita y olvidada los ejércitos no fueran militaristas, pero nunca ha sido así en El Salvador. No es cierto que a los jóvenes se les enseñe disciplina y servicio, mucho menos valores cívicos. No necesitamos la obediencia ciega ante ningún uniforme ni el servilismo ante el rico y el poderoso; tampoco nuestros valores deban ser los de quienes se sienten muy machos abusando de los pobres y los débiles. Que nuestros hijos e hijas sirvan a la Patria, muy bien, pero no con un fusil en sus manos ni estupidez criminal en sus cabezas.

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