jueves 11 de noviembre de 2010

Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)

Es de mencionarse, aunque resulta incomodo, que otras organizaciones nacionales e internacionales, en sus reportes, den a conocer sesgada y por tanto incompleta la lista de los asesinatos y las desapariciones forzadas de periodistas y trabajadores de la prensa; otras se monten en el drama gremial para servir a intereses políticos y de otra índole. El Informe Actualizado Sobre la Situación del Periodismo en México del gremio organizado del país, responde a una acuciosa investigación y registro constante de las incidencias en torno de los atentados a periodistas, prácticamente en el mismo instante en que ocurren.

Resulta, comparativamente, que si en el sexenio anterior de Vicente Fox Quesada se asesinaron a 5 periodistas por año, 30 en total y fueron secuestrados 6, uno por año. En la actual administración el panorama es dantesco: 49 asesinados, más de uno por mes y 9 desapariciones forzadas, una cada 5 meses.

A todo lo anterior debemos sumar los cientos de atentados de todo tipo que sufren los comunicadores y sus medios. Casos, todos, repetimos, que se encuentran en la más absoluta impunidad.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en la firma del Protocolo de supuesta defensa de los periodistas, refiere sólo 65 periodistas asesinados en la década y 12 desapariciones; sin embargo coincide con nuestro informe en el sentido de que no hay voluntad de las autoridades para investigar ese tipo de violaciones a las garantías de los informadores y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, lo que genera impunidad. Sin embargo no corresponde con nuestras cifras de víctimas y ello es lamentable.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en cambio, coincide plenamente con nuestro Informe, con los argumentos para revertir el fenómeno y en la exigencia de justicia.

Desde que se incrementó este fenómeno social, que vulnera directamente a la sociedad ante su derecho inalienable de estar inmediata y perfectamente bien informada, el periodismo organizado del país, al través del Club Primera Plana, CPP: la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y su análoga continental la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, hemos exigido simplemente justicia, que de haberse cumplimentado por parte de las autoridades correspondientes, obviamente se hubiera revertido el lacerante fenómeno.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, tampoco hemos merecido el menor respaldo a nuestras denuncias por parte de la llamada gran prensa. Inclusive hoy, prefieren mencionar a organizaciones extranjeras con cifras sesgadas, por debajo de la realidad, que a las condenas en demanda permanente de justicia de las asociaciones nacionales y regionales con verdadera representatividad.

Por toda esta situación de vergonzante impunidad ante los crímenes de periodistas y la nula labor preventiva, situaciones que siempre hemos denunciado como acciones tendentes a socavar las libertades de prensa y de expresión, todos nos unimos con la demanda unificada de la FELAP, FAPERMEX y CPP, que presiden, respectivamente, el colega argentino Juan Carlos Camaño y en México su vicepresidente, Teodoro Rentería Arróyave; Hilda Luisa Valdemar y Lima, y Raúl Gómez Espinosa. ¡No más asesinatos, desapariciones y demás atentados a periodistas, señor presidente, Felipe Calderón Hinojosa!

Ante esta realidad lacerante que vive el gremio periodístico nacional y que ha tenido repercusiones vergonzosas allende las fronteras al convertirse México, país sin conflicto bélico, en el primero en el mundo en asesinatos, secuestros y demás atentados a comunicadores; pero sobre todo por la cobarde impunidad imperante ya que ningún caso ha sido aclarado, exigimos simplemente: justicia.

Ver también:
México: Son 115 periodistas asesinados (Parte I)
México: Son 115 periodistas asesinados (Parte II) – Deshonroso primer lugar