sábado 6 de noviembre de 2010
Terror e imperio
7 noviembre 2010
Textos, artículos, etc. imperialismo, imperialismo económico, México, Militarización Deja un comentario
sábado 6 de noviembre de 2010
Ecuador: Responsables históricos
7 noviembre 2010
Textos, artículos, etc. Ecuador, golpe de estado Deja un comentario
sábado 6 de noviembre de 2010
Estados Unidos y el avance de la derecha continental
7 noviembre 2010
Textos, artículos, etc. EEUU, Geopolítica, imperialismo Deja un comentario
sábado 6 de noviembre de 2010
[1] Juan Gelman, “La hora del Tea”, en Página/12, Buenos Aires. 3 de noviembre de 2010. Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/156184-50143-2010-11-03.html
[2] David Brooks. “La elección en EU dio liderazgos a políticos hostiles a México y América Latina”, en La Jornada, 5 de noviembre de 2010. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2010/11/05/index.php?section=mundo&article=031n1mun
[3] Martín Granowsky. “Un balde de té frío”, en Página/12, 3 de noviembre de 2012. Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/156184-50144-2010-11-03.html )
[4] La Jornada, “EU: el desgaste demócrata” (Editorial), 2 de noviembre de 2010. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2010/11/02/index.php?section=opinion&article=002a1edi ).
Fronteras
7 noviembre 2010
Textos, artículos, etc. Costa Rica, frontera, Nicaragua Deja un comentario
sábado 6 de noviembre de 2010
rafaelcuevasmolina@hotmail.com
APG pide perspectiva migratoria con derechos humanos al centro; llevará pronunciamiento a gobiernos del mundo
7 noviembre 2010
Textos, artículos, etc. derechos humanos, México, migración, Pronunciamientos Deja un comentario
Difusión Cencos México D.F., 5 de noviembre de 2010
Pronunciamiento
AGP
La Acción Global de los Pueblos demanda:
- Una perspectiva de la migración y el desarrollo que coloque los derechos humanos en el centro.
- Una cooperación intra e inter-regional basada en la reciprocidad.
- Seguridad humana.
- El derecho a la movilidad.
- El derecho al trabajo decente.
- El cese de la exclusión y discriminación social con base en el estatus migratorio, raza, etnicidad, género, clase, religión y origen nacional.
- Investigación inclusiva para una aproximación integral al fenómeno de la migración.
- La democratización del Foro Mundial de Migración y Desarrollo.
La Acción Global de los Pueblos sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos (AGP) contribuye, con este pronunciamiento, al 4to Foro Mundial de Migración y Desarrollo (FMMD). También ofrecemos recomendaciones para impulsar el proceso de la sociedad civil.
La AGP se estableció en 2007 con el objetivo de hacer escuchar las voces de los migrantes en el Foro Mundial de Migración y Desarrollo. Presentes en México, representamos a más de 200 organizaciones diversas de todo el mundo , incluyendo a organizaciones de diáspora, asociaciones de migrantes, organizaciones de la sociedad civil que promueven un defienden los derechos de migrantes, organizaciones de derechos humanos, y desarrollo; sindicatos y organizaciones de trabajadores, grupos de mujeres, grupos de fé, organizaciones campesinas, académicos, grupos de combate a la pobreza, pueblos originarios y una amplia variedad de movimientos sociales. Nos une el compromiso con los derechos humanos de las personas migrantes y sus familias. Los Estados tienen la obligación de proteger los derechos fundamentales de todos los seres humanos dentro de su territorio. No obstante, en el 20 aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias, se requiere de acción decisiva. Los representantes de gobiernos en todo el mundo que se reúnen en Puerto Vallarta para discutir las políticas de migración y desarrollo deben demostrar un compromiso ostensible con los derechos humanos, por medio de la ratificación e implementación de las convenciones clave de Naciones Unidas y los instrumentos relevantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
México, el país que auspicia el 4to FMMD, es un ejemplo: aunque los flujos de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos existen desde hace mucho tiempo, su intensificación en las últimas dos décadas se relaciona claramente con la reestructuración de la economía mexicana y las políticas comerciales de los Estados Unidos—particularmente el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica—, que han beneficiado a las grandes corporaciones transnacionales de los EU mientras exprimen a la clase trabajadora mexicana, tanto en áreas urbanas como rurales. En este proceso, los trabajadores mexicanos han perdido cientos de miles de empleos, en la medida en que colapsan las industrias nacionales, y los pequeños agricultores mexicanos deben competir con la agroindustria subsidiada por los EU. En consecuencia, los trabajadores y campesinos mexicanos han visto cómo se deterioran dramáticamente sus salarios y estándares laborales, dejándoles sin empleo e incapaces de ganarse la vida en su propio país. Estos problemas no se han resuelto con la creación de las empresas maquiladoras, que han generado empleos de pésima calidad en los que los trabajadores, principalmente mujeres, son acosadas, e incluso asesinadas, por tratar de crear o unirse a sindicatos independientes. “Irse para el norte” se ha convertido en una cuestión de sobrevivencia, a pesar de los riesgos de arresto arbitrario, extorsión, robo, violación, secuestro y asesinato. Como organizaciones de la sociedad civil, reconocemos la necesidad de seguir trabajando por una legislación migratoria más humana.
La globalización corporativa mina los derechos
La migración laboral no es un fenómeno nuevo. Las personas han estado constantemente en movimiento en busca de mejores condiciones económicas, políticas y sociales a lo largo de la historia de la humanidad. Según el informe de desarrollo humano del PNUD 2009, actualmente hay 200 millones de migrantes internacionales, la mitad de los cuales son trabajadores, misma proporción que la de mujeres. Las tendencias recientes han evidenciado que los trabajadores migrantes se concentran, cada vez más en algunos países industrializados, cuya población está envejeciendo.
La migración en busca de empleo está vinculada a la economía global. El rápido incremento en la migración desde principios de los 70 está intrínsecamente vinculado al fracaso de actual modelo de globalización, que no ha podido crear trabajo decente para todas y todos. Al no poder encontrar oportunidades de trabajo en casa, millones de trabajadores se han visto forzados a moverse allende las fronteras, dejando atrás a familias y amigos.
Los países que importan trabajo están ansiosos por dar la bienvenida a personal altamente calificado, mientras que los trabajadores menos calificados son frecuentemente forzados a migrar sin estatus legal, lo cual implica altos niveles de riesgo y explotación. En otros casos, los países de destino han establecido sistemas de migración temporal, que niegan a migrantes derechos básicos indispensables como el poder cambiar de trabajo, tener reuniones familiares y residencia de largo plazo.
La creación de un mercado laboral global es un factor clave de la globalización corporativa. La movilidad de trabajadores del sur para realizar labores en las industrias del norte es un elemento central del mercado laboral global. La importación de trabajadores altamente calificados permite a los países de destino reducir sus propios costos de educación y capacitación. Y actividades como la construcción, la preparación de alimentos, educación, servicios de salud, atención y cuidado, así como trabajo doméstico, son cada vez más dependientes de trabajadores –especialmente trabajadoras, mujeres– del sur.
Desde la década de los 70, ha tenido lugar una profunda reestructura de la economía global conducida por las corporaciones multinacionales, gobiernos con poder y organismos internacionales como el Banco Mundial. Quienes defienden el consenso de Washington proponen que asegura una alta productividad, máxima eficiencia y, en el largo plazo, la disminución de la pobreza en países menos desarrollados. La realidad es muy diferente: un modelo económico basado exclusivamente en la utilidad ha llevado a un incremento en la desigualdad, desempleo endémico y sub-empleo, degradación ambiental y ciclo devastador de picos y depresiones.
Una perspectiva de la migración y el desarrollo que coloque a los derechos humanos en el centro
Hasta la década de los 80, se tomaba por un hecho generalmente aceptado que la migración afecta negativamente el desarrollo en los países de origen, porque implica una transferencia de recursos humanos valiosos al aparato productivo de los países de destino. En años recientes, se ha generalizado la posición de que la migración promueve el desarrollo en los países de origen. Se busca que algunos de los trabajadores más explotados compensen el fracaso de las políticas oficiales de desarrollo.
La posición oficial de los gobiernos de países de destino, muchos países de origen y algunos organismos intergubernamentales es que la migración de países pobres a países ricos beneficia a todas las partes. Un modelo “gana-gana-gana” que beneficia tanto a los migrantes como a los países de origen y destino.
Esto es falso.
Lo cierto es que los migrantes están expuestos a la explotación, el racismo y la discriminación. Las mujeres migrantes frecuentemente se concentran en ciertos tipos de trabajo en los que están particularmente expuestas a la explotación y el abuso. Los migrantes de comunidades indígenas también sufren de formas extremas de exclusión y explotación. Pueden enfrentar el abuso de los empleadores, hacendados y de la policía. Los migrantes no son una categoría genérica, sino que experimentan la migración de manera diferente dependiendo de su status migratorio, raza, etnicidad, género, orientación sexual y país de origen. Las mujeres migrantes que encarnan varias identidades excluidas son particularmente vulnerables. Las mujeres migrantes enfrentan violaciones de sus derechos en su casa, comunidad, lugar de trabajo, durante el tránsito de un lugar a otro, y en sus interacciones con el Estado. Esto incluye violencia sexual, explotación laboral intensiva y separación de las familias, lo que implica una pérdida de atención y cuidado de los niños. En algunos países, a los hijos de padres migrantes se les niega la ciudadanía en el país de nacimiento.
Las remesas no necesariamente ayudan al desarrollo de los países de origen. Los altos costos de envío, la corrupción y las barreras burocráticas consumen gran parte del dinero. Con frecuencia, las repesas se convierten en una nueva forma de dependencia, que obstruye el desarrollo local y nacional. Debido a que los migrantes generalmente trabajan en empleos menos calificados, sus opciones de movilidad se ven reducidas.
La migración de vuelta muchas veces implica que el país de origen debe de tomar la responsabilidad de las pensiones y la seguridad social para los trabajadores que contribuyeron a las economías de los países ricos.
Es un error colocar en los trabajadores migrantes menos calificados la carga de impulsar el desarrollo en los países del Sur a través de sus remesas. Esto condona a los países ricos de su responsabilidad de cumplir con los compromisos de ayuda internacional para el desarrollo, y de crear un ambiente que permita el desarrollo.
La AGP llama a los gobiernos a implementar un acercamiento a la migración y el desarrollo basado en los Derechos Humanos.
Derecho al trabajo digno
Ha habido una proliferación de esquemas de trabajo temporal que niegan los derechos humanos y laborales, y obstaculizan la reunificación familiar. Se estima que hasta 40 millones de migrantes a nivel mundial se ven implicados en situaciones de irregularidad.
La búsqueda de utilidades por parte de las compañías transnacionales incluye el reclutamiento internacional de trabajadores indocumentados con pocos o ningún derecho. Esto garantiza una fuerza de trabajo barata y explotable, a costa de minar los salarios y derechos de todos los trabajadores.
Los empleadores y las élites en los países de destino se benefician, mientras que la población trabajadora enfrenta condiciones laborales precarias y una creciente criminalización. Las demandas internacionales de trabajo dividen a los trabajadores de acuerdo a su raza, etnicidad, género y estatus legal.
La AGP, por lo tanto, demanda: Condiciones decentes de trabajo como establece la Organización Internacional del Trabajo. Un fin a la exclusión social y la discriminación basada en raza, etnicidad, género y país de origen.
Seguridad Humana
Las políticas de supuesto “libre comercio” han beneficiado a las corporaciones transnacionales y los países ricos, mientras que eliminan los empleos en la industria y la agricultura en el Sur. Se requiere de un comercio justo para fortalecer las economías del sur y crear empleos.
Un ejemplo clásico es el TLCAN, que ha inundado a México con granos baratos de EEUU, expulsando a miles de pequeños agricultores de su tierra y hacia EEUU en busca de sustento.
Desde 2001, la política migratoria se ha replanteado como un problema de seguridad nacional, más que como un asunto de derechos. Esto ha conducido a un aumento dramático en la criminalización de los migrantes que conduce a la violación de sus libertades civiles, detención y deportación. De manera eficaz, los países ricos llaman a los migrantes indocumentados para que aporten su trabajo, pero en el proceso se les criminaliza. Hacemos un llamado a la Seguridad Humana- más que a la seguridad nacional y la criminalización.
Investigación incluyente para un acercamiento comprehensivo a la migración
Hasta ahora, ha sido difícil para los gobiernos y la sociedad civil de países de origen cuestionar el paradigma dominante sobre la migración y el desarrollo, porque la producción de información y la investigación ha estado dominada por países de destino y organizaciones internacionales. Este enfoque reduccionista y angosto ha tendido a convertir en invisibles otros asuntos claves. La AGP por lo tanto llama a un análisis inclusivo y comprehensivo de la migración.
En particular, la AGP llama a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la comunidad académica y la sociedad civil a unirse con los trabajadores migrantes y con sus aliados para visibilizar todos los factores económicos, sociales y humanos relacionados con la migración y el desarrollo.
Lo que ahora se necesita es un proceso sostenido de investigación participativa que ofrezca un entendimiento comprehensivo de la migración y el desarrollo. Esto debe de conducir a una nueva serie de indicadores, similares al Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Esto puede ser una contribución importante al segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo de la ONU en 2010.
Creando un mayor espacio para la participación de las personas
En años recientes, se ha fortalecido la resistencia ante los modelos explotadores de migración internacional. Los movimientos sociales han respondido. Hay una necesidad urgente de democratización del FMMD a través del reconocimiento del movimiento global autónomo de los pueblos que abogan por los derechos humanos de los migrantes y sus familias. Desde 2007, la AGP se ha convertido en una fuerza de coordinación clave. Perdura la necesidad de fortalecer el movimiento global de los pueblos para impulsar el desarrollo sustentable, la justicia y la equidad para todos. Es momento de un proceso significativamente más democrático y con rendición de cuentas al interior del FMMD.
PRONUNCIAMIENTO FINAL DE LA ACCIÓN GLOBAL DE LOS PUEBLOS SOBRE MIGRACIÓN, DESARROLLO Y DERECHOS HUMANOS
Ciudad de México, 2-5 Noviembre de 2010
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