Haití: «La otra cara de la ocupación militar es el gobierno de negocios»

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LUNES, 28 DE MAYO DE 201

Ernesto Herrera (CORRESPONDENCIA DE PRENSA)

Entrevista a Franck Seguy, sociólogo, adherente de la central sindical Batay Ouvriye (Batalla Obrera).

– Los medios de prensa internacionales cuentan de “progresos sustanciales” desde que asumió el gobierno de Michel Joseph Martelly. Hablan de “avances democráticos” y resaltan el arribo de muchas inversiones. ¿Puedes hacernos una descripción de la situación actúal?
– El nuevo Presidente resume su política con una frase que dice así: “Haití está abierto a los negocios”. En efecto, desde su investidura, el 14 de mayo de 2011, el Presidente hace sus mejores esfuerzos para abrir el país a los inversores extranjeros. Ya se realizaron varios foros en Puerto Príncipe, con la ayuda en particular de Bill Clinton, que es representante especial del Secretario General de la ONU en Haití. Del mismo modo, el propio Martelly había viajado en enero pasado al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), para entrevistarse con hombres de negocios susceptibles de colocar inversiones en el país. Es importante indicar que fue invitado a Davos por Denis O’ Brian, presidente de la empresa de telefonía celular Digicel, que adquirió un 80% del mercado de la telefonía en Haití.
Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Lamothe -que está a un paso de llegar a Primer Ministro a raíz de la dimisión de Garry Conille, un antiguo funcionario de la ONU-, se dio a conocer en su mandato como canciller de la “democracia de los negocios”, pues bien, esto se materializa por hechos concretos: en varias regiones del país, el gobierno está poniendo las tierras más fértiles al servicio de la construcción de Zonas Francas Industriales (ZFI). En Caracol (norte), una nueva ZFI está pronta para funcionar. Se trata de una localidad de cerca de 5.000 habitantes que deberá de un momento otro albergar a más de a 20.000 personas, sin que ninguna infraestructura básica se construya. Incluso no hay el agua potable. En su investidura en octubre de 2011, el Primer Ministro prometía crear cientos de miles de empleos. Con este motivo, había declarado: “Las necesidades de empleos que son tan importantes hoy, no pueden esperar, Haití no puede darse el lujo de rechazar las solicitudes de empresas que quieren establecerse en el mercado y exigen bajos salarios”.
Así, cuando la prensa internacional habla de “progresos sustanciales” en la situación haitiana, se refiere, efectivamente, al bulevar abierto para la llegada del capital transnacional. Es decir, los avances de un gobierno de negocios son la otra cara de la ocupación militar que ejerce la Minustah. (1) No son menos de 40 las ZFI que están previstas, y una buena parte de ellas están actualmente en fase de construcción. Pero nada de esto debe ponerse a la cuenta de Martelly, ya que desde marzo de 2010, el Plan de Acción para la Reconstrucción y el Desarrollo Nacional (PARDN) preveía: “El éxito de la implantación de los polos regionales dependerá de los incentivos al desarrollo industrial, comercial y turístico. En este capítulo, la ley Hope II (Haitian emispheric Opportunity through Partnership Encouragement) proporciona un primer marco para utilizar las ventajas comparativas de Haití, para aprovechar su mano de obra, la proximidad del mercado norteamericano y los conocimientos técnicos de su sector privado. (…). El Estado haitiano quiere favorecer las inversiones en este sector sosteniendo la instalación de parques industriales y zonas francas».
En otro plano, hay que subrayar que el Presidente Martelly nunca ha ocultado su pertenencia duvalerista y no pierde ocasión de mostrarse públicamente con Jean-Claude Duvalier (sucesor de su padre, François Duvalier). “Baby Doc” regreso al país desde su exilio dorado en Francia y está sin ninguna investigación por los crímenes cometidos durante su larga dictadura entre 1971 y 1986. Martelly incluso ha inaugurado algunas obras junto al ex dictador. Obviamente, el gobierno de negocios viene acompañado de una enorme corrupción. La periodista Nuria Piera obtuvo y publicó una extensa documentación que muestra cómo el senador dominicano Félix Bautista sobornó con millones dólares a Martelly. La empresa de construcción de este senador resultó beneficiada con multimillonarios contratos para trabajar en la “reconstrucción” de Haití. Bautista es conocido como el campeón de la corrupción en República Dominicana. Martelly no pudo contradecir estas acusaciones de corrupción sobre su persona, pero el fardo fue derivado hacia el jefe de gobierno Garry Conille, que tuvo que dimitir.
-Pasaron dos años del terremoto y las informaciones que difunden organismos internacionales como la ONU y la OEA, así como numerosas ONGs, es que la “ayuda humanitaria” ha funcionado y que la situación socio-económica ha mejorado para cientos de miles personas. ¿Cual es tu opinión?
– Existe en Haití una frase que resume lo que es la ayuda humanitaria. Dice esto: “La ayuda humanitaria, no se la ve ni se la come”. Es una frase que por sí sola denuncia toda la retórica falsa y hueca de los organismos internacionales, cuyo objetivo es comercializar la miseria de los trabajadores bajo el paño “de la ayuda humanitaria”. En realidad, se debe reconocer que “la ayuda humanitaria” funcionó. ¿Pero para quién? Actualmente, son las ONG quienes ofrecen los mejores empleos del país. Pero estos empleos se conceden a los que vienen de países extranjeros y que llevan el estatuto de “expatriados”. Los haitianos deben conformarse con empleos precarios, mal pagos, en zonas periféricas.
Estos “expatriados” tienen un nivel de vida superior, alquilan buenas viviendas y consumen en supermercados. Por eso la mayoría de los precios están indicados en inglés…y en dólares. Pues sí, “la ayuda humanitaria” funcionó, en primer lugar a favor de los “expatriados” – europeos mayoritariamente -, algunos profesionales haitianos trabajan con ellos en puestos subalternos y la burguesía se aprovecha de su presencia para aumentar el tipo de beneficio de sus negocios. Pero, para la mayoría de la población, “la ayuda humanitaria” no llega. Por el contrario viene a complicar aún más su condición de miseria extrema.
-En este cuadro que tú vienes describiendo, ¿qué podría decirse de los movimientos sociales? Hay luchas, se desarrolla un movimiento de resistencia? ¿Cuáles son las principales demandas?
– Ciertamente se desarrolla una determinada resistencia ante tal situación. Pero no se puede afirmar que existe un movimiento a la altura de los retos de la hora. Ya que Haití sufre de un grave déficit: es la ausencia de una dirección de izquierda, de una dirección revolucionaria. Si este problema existe tanto en América Latina y el Caribe como en otros puntos del planeta, en Haití se eleva a su máxima expresión. Es que la “transición democrática”, burguesa, iniciada con la caída de la dictadura de Jean-Claude Duvalier en 1986, fracturó a los movimientos sociales. Y durante el período del Presidente Aristide no se generó una recomposición de estos movimientos. Se fue imponiendo la idea de “negociación”, de “concertación”, de “diálogo”. Lo que debilitó las expresiones de protesta e incluso un compromiso mínimo con las luchas de los trabajadores y las capas populares más pobres.
Hay una resistencia, es verdad, pero en un cuadro muy defensivo, de gran fragmentación. Sin ninguna propuesta alternativa que venga de la izquierda. No obstante, existen organizaciones de jóvenes que luchan tanto para exigir reparación para las decenas de miles de personas víctimas del cólera -introducido por las fuerzas militares de la ONU- como para las centenares de familias cuyos hijos e hijas han sido víctimas de abusos y violaciones sexuales por parte de los soldados de la Minustah. La central sindical Batay Ouvriye apoya a estas organizaciones juveniles y, al mismo tiempo, lleva una lucha diaria para que los obreros, los estudiantes y los habitantes de los barrios se organicen. La lucha es por obtener derechos democráticos elementales, mejores salarios y condiciones de trabajo aceptables.
Entrevista realizada en ocasión del Congreso de la CSP Conlutas, Sao Paulo, 27-29 de abril 2012.

1) Nota de Correspondencia de Prensa: La Minustah (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) está desplegada desde junio de 2004 en el país. Es una fuerza de ocupación de alrededor de 12.000 «cascos azules». Brasil es la fuerza militar mayoritaria y ejerce el comando operacional que le fue propuesto por el Southcom (Comando Sur del Ejército de Estados Unidos). La misión está integrada por 18 países en su mayoría latinoamericanos. Además de Uruguay (segunda fuerza en cantidad de efectivos), están Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú.

Entrevista a Camille Chalmers: En Haití, está en juego un nuevo escenario de colonización

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miércoles 25 de abril de 2012

Mario Hernández (especial para ARGENPRESS.info)

Mario Hernández (MH): Hace unos días que arribaste a Buenos Aires. Ayer tuviste una reunión vinculada al próximo Río + 20.

Camille Chalmers (CCH): Llegué el 24 de marzo para participar en un Seminario convocado por Jubileo Sur y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), de reflexión, de intercambio de opiniones sobre el tema del medio ambiente, en preparación de la Cumbre de los Pueblos que se hará en Río de Janeiro del 15 al 23 de junio, paralelamente a la reunión de los Jefes de Estado a partir del 20 de junio.
MH: Veinte años después de la primer cumbre.
CCH: En realidad la primera fue en 1972, pero la de 1992 tuvo un impacto muy importante porque la opinión pública mundial tomó conciencia de la importancia del medio ambiente, del cual se está haciendo un gerenciamiento muy negativo que incluso amenaza la sobrevivencia del planeta.
Realmente es un momento muy importante, pero también hay que decir que en 20 años no ha cambiado nada, al contrario, estamos en retroceso y en un mundo cada vez más guiado por el mercado, por las ganancias de las transnacionales, por la sobreexplotación de los recursos naturales y por el desprecio a la vida y la civilización. Un verdadero proceso de retroceso y saqueo de las riquezas de los pueblos y de recolonización de nuestros países. Es un momento muy importante para tomar conciencia de lo que significa este aniversario y qué tipo de movilización podemos hacer.
El capitalismo no puede ser verde, nunca lo ha sido ni lo será
MH: Hace tiempo estoy preocupado y consultando a distintos especialistas y economistas, como lo sos vos, también lo he charlado mucho con Julio Gambina, el tema de la llamada economía verde; esta nueva presentación de una suerte de capitalismo ecológico o preocupado por la ecología que de alguna manera está tiñendo la publicidad del Río + 20 oficial. Me gustaría que te refirieras a este tema porque creo que es muy importante generar conciencia y es poco conocido el contenido real de lo que significa la economía verde.
CCH: Es una manipulación conceptual y básicamente quiere decir que el capitalismo y los mercados pueden resolver los problemas del medio ambiente, lo que es totalmente falso porque el problema básico que tenemos es que estamos en un mundo atravesado por las ganancias capitalistas que produjo el tipo de producción y saqueo que conocemos. La respuesta del sistema ha sido decir: ‘nosotros, los capitalistas, podemos resolver el problema’ y el mecanismo que están proponiendo es la mercantilización de la naturaleza poniéndola dentro de mecanismos de mercado, es decir, dar un precio al aire, a los ríos, a todos los bienes naturales e introducir mecanismos de intercambio monetario alrededor de esos bienes, lo que es totalmente escandaloso.
Es un proceso normal dentro de la lógica capitalista para responder a la crisis de la caída de la tasa de ganancia, es un proceso donde hay que mercantilizar todo transformándolo en mercancías para obtener beneficios económicos y, por supuesto, cuando hacemos esto, destruimos los bienes naturales y estamos en un proceso de sobreconsumo de esas riquezas lo que va a agravar la crisis ambiental que estamos conociendo.
Es muy importante denunciar este proceso que como te decía es una manipulación porque el capitalismo no puede ser verde, nunca lo ha sido y nunca lo será, porque su lógica es no tener en cuenta la vida, los ciclos biológicos de reproducción de la naturaleza y somete todo a la lógica del saqueo y la explotación. Hay que comenzar a tomar conciencia que la única manera de empezar a resolver la crisis ambiental es saliendo del capitalismo.
Haití fue el primer pueblo que se alzó por los Derechos Humanos para todos
MH: Como Secretario Ejecutivo de la Plataforma de Apoyo para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA) te voy a hacer una pregunta que supongo incómoda pero que creo importante porque se ha instalado la idea que el pueblo haitiano no está listo para la democracia. ¿Está Haití preparado para la democracia?
CCH: Es una reflexión enraizada en un desconocimiento total de la historia del pueblo haitiano. Durante nuestros 520 años de existencia hemos luchado por la emancipación, por la democracia, por el respeto a los Derechos Humanos y somos el primer pueblo que se alza para decir que los DD HH deben ser para todos, saliendo de la definición restrictiva de la Revolución Francesa que solo hablaba de ‘ciertos’ humanos, fundamentalmente los europeos, ya que no consideraban como tales a los africanos y asiáticos.
Esa primera revolución antiesclavista en 1804, proclama un derecho de universalización de los DD HH y contrarresta la lógica de acumulación de los imperios de esa época basada en la segmentación del mundo entre más y menos humanos y de un proceso de explotación de continentes enteros y despojo de Asia, Africa y América Latina. Fue una revolución que introdujo un cuestionamiento radical a la base misma de la explotación capitalista a nivel mundial y por eso fue rechazada, silenciada y atacada por los imperios.
Cuando los primeros ataques militares fracasaron, trataron de destruir la revolución haitiana a través de mecanismos económicos, con la deuda externa. En 1825 nos imponen las deudas que llaman de la Independencia, por las cuales Haití tiene que pagar 150 millones de francos oro que representaban el equivalente al presupuesto anual de la primera potencia económica de la época: Francia. Algo descomunal. Tres años después el servicio era impagable y Haití tuvo que recurrir a préstamos del sistema financiero en Londres.
A partir de 1828 entramos en el círculo vicioso y destructivo de la deuda y a lo largo del siglo XIX Haití destinó el 65% de sus ingresos a ese servicio. Una hemorragia financiera enorme que explica la imposibilidad de construir una Nación, infraestructura, servicios, etc.
Paralelamente, a partir de esta deuda, se construye todo un sistema de dominación, por ejemplo, Francia compra el café, el mayor producto de exportación de la época, a un precio de liquidación, con el argumento que si no podíamos pagar los servicios de la deuda, teníamos que venderles el café a un precio 3 veces menor que el del mercado. Todo un sistema de dominación, saqueo y extracción de valores para impedir la estructuración del país que representaba una amenaza para los intereses estratégicos de los imperios. Montan esta política para demostrar que Haití iba a fracasar, no era viable. Por eso desaparece de los manuales de historia y hay procesos de agresión para reinsertar la economía haitiana dentro de la lógica del sistema mundial. Una reinserción muy violenta que destruye y anula la victoria militar de 1804.
Para hacer una comparación, algunos años antes de este acuerdo Francia vende Louisiana por 60 millones de francos oro, un territorio mucho más grande que Haití al que le cobran 150 millones, un monto que no tenía nada que ver con los recursos del país y que va a actuar como un elemento de destrucción de la posibilidad de construir un Estado-nación. Es muy importante ver toda esta historia que desemboca al inicio del siglo XX en la ocupación militar por EE. UU. para controlar la cuenca del Caribe como su patio trasero y expulsar a las potencias europeas, entonces invade Haití en 1915 e impone un nuevo orden reestructurando el Estado, creando unas Fuerzas Armadas totalmente a su servicio y a partir de ese momento introducen a Haití dentro del mecanismo global de dominación imperialista y hasta ahora permanecemos en ese esquema.
Hay que subrayar que durante todo ese proceso el pueblo haitiano ha luchado, también contra la oligarquía local, contra la dominación imperial y siempre ha buscado construir una democracia moderna, incluso adelantada respecto de lo que viene del norte. El último ejemplo fue la lucha que desarrolló el pueblo haitiano contra la dictadura duvalierista, una dictadura del tipo de seguridad nacional como conocieron en la Argentina.
MH: Tengo el dato de 50.000 haitianos asesinados.
CCH: Sí y la destrucción del país, la persecución sistemática, la destrucción de instituciones como la Universidad que explica la emigración de muchos cuadros técnicos e intelectuales hacia Africa, Canadá y otros países. Esa dictadura cayó a raíz de una movilización muy fuerte del pueblo que rechazó esta dominación autocrática y reclamaba un sistema político abierto y participativo.
A partir de 1986, cuando cayó la dictadura duvalierista, EE. UU. y la oligarquía local comenzaron a agredir al movimiento popular, a asesinar dirigentes, a crear grupos paramilitares, a fomentar mecanismos de corrupción, de cooptación, para impedir que ese movimiento se desarrollara como un sujeto histórico de transformación.
Los que hoy hablan de democracia como lo hace EE. UU., fueron las fuerzas más antidemocráticas que impidieron hacer al pueblo haitiano una transformación real después de la dictadura duvalierista manteniendo los intereses estratégicos del imperio y la oligarquía local.
Es una historia que hay que conocer para ver que el pueblo haitiano siempre ha luchado con mucha lucidez y fuerza, construyendo organizaciones combativas como las campesinas que lucharon contra la ocupación norteamericana llegando a contar con 20.000 combatientes armados y con victorias militares contra el ejército norteamericano. Ese movimiento siempre ha sido excluido, marginado del juego político que es muy cerrado, monopolizado, que impide que el pueblo haitiano pueda expresarse e influir en las decisiones estratégicas sobre su porvenir.
MH: Hablabas sobre los Duvalier y hace pocos meses regresa Jean Claude, “Baby Doc”, ¿qué significa en el marco de la elección del nuevo presidente Michel Martelly?
CCH: En primer lugar hay que señalar que este regreso fue posible porque Jean Claude Duvalier fue acogido y protegido en Francia durante 25 años por las fuerzas del Servicio Secreto francés, a pesar que muchos ciudadanos haitianos y organismos de DD. HH. en Francia han tratado de enjuiciarlo por crímenes contra la humanidad y por robar los fondos del Estado, pero nunca pudieron desarrollar un proceso judicial. Hay que subrayar la complicidad del estado francés que se presenta como defensor de la democracia pero acoge a un dictador y lo protege de los reclamos de los ciudadanos haitianos.
Segundo, el regreso no fue casual. Entra dentro de un proceso de recomposición de la derecha política en Haití. Uno de los problemas de EE. UU. es que frente a la existencia de un movimiento popular dinámico, no había una fuerza política de derecha realmente estructurada y para ellos era una ocasión aprovecharse del fracaso desgobierno de Preval para recomponer la derecha y la presencia de JCD fue muy importante para lograrlo. La candidatura de Martelly es parte de ese mismo proceso.
Martelly era un cantante de carnaval, un outsider, no era un profesional de la política aunque había participado en el golpe de estado contra Aristide, apoyó a los militares y sus crímenes durante el período 1991-4 y siempre se ha declarado un nostálgico del duvalierismo. Desde su llegada al poder, el 14/5/2011, nombró en espacios estratégicos del Estado a remanentes de la dictadura duvalierista, hijos de duvalieristas famosos y su manera de dirigir el país está mostrando su deseo de regresar al período duvalierista, rechazando los cambios institucionales que se han dado entre 1986 y 2012.
La única ayuda real es la que brindan Cuba y Venezuela
MH: ¿Cómo se interpreta el acercamiento de Martelly al ALBA, sosteniendo que lo ha hecho para brindarle una mejor oportunidad de vida a los haitianos e incluso afirmando que países como EE. UU. no pueden oponerse a los intereses que Haití pueda integrar plenamente el bloque de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA)?
CCH: Es importante esclarecer que este acercamiento no es político ni ideológico, no tiene nada que ver con los objetivos del ALBA, es un acercamiento oportunista porque el programa Petrocaribe suministra a Haití un financiamiento importante que representa el 25% de las inversiones públicas y dentro de las “ayudas” que vienen del extranjero, este es el único flujo financiero que llega al Estado. La ayuda de EE. UU. y la Unión Europea transita por las ONGs.
MH: Se habla de entre 8000 y 10000 ONGs actuando en Haití.
CCH: Por lo menos, debe haber muchas más. Ya había muchas, pero después del terremoto hubo una invasión, son una multitud para aprovechar los fondos internacionales que llegaron después del terremoto.
MH: Me imagino que esa “ayuda” llega al pueblo haitiano en cuentagotas.
CCH: No llega porque está absorbida por los imperialistas y las burocracias de las ONGs. La única ayuda efectiva y real es la que brinda Cuba, sobre todo a través de la permanencia de la brigada médica y Venezuela a través de Petrocaribe. Para el Estado haitiano esta ayuda es prácticamente de vida o muerte. Desde el punto de vista político no ha cumplido con lo que ha declarado porque al llegar a Caracas dijo que iba a solicitar una integración plena al ALBA y lo no hizo, conservó el carácter de observador porque seguramente recibió presiones de EE. UU.
También hay que subrayar que el gobierno de Martelly se inscribe dentro de la dominación imperialista y es muy sumiso a esa visión aceptando la presencia de un “gobernador” como el ex presidente Clinton que dirige la política económica, que escoge donde van los financiamientos e incluso orienta las decisiones de política global.
MH: O sea que Clinton es el verdadero Presidente de Haití.
CCH: Sí, se ha dado un proceso de vaciamiento del Estado, de su debilitamiento y sustitución por instituciones extranjeras y se aprovechó de la presencia de la MINUSTAH y el terremoto. Noamí Klein habla del capitalismo del desastre y Haití es un ejemplo perfecto donde aprovechando la crisis post terremoto hay todo un proceso de marginalización del Estado, las empresas y las organizaciones sociales haitianas en todos los espacios de decisión y Martelly es cómplice de esta situación. No hace nada para ganar un espacio de soberanía.
“Los 5” son presos políticos
MH: Me llamó la atención la decisión de la Jueza Joan Leonard de permitirle a René González, uno de los 5 cubanos presos en EE. UU., la posibilidad de visitar a su hermano enfermo de cáncer en Cuba después de finalizar una condena de 13 años y de aplicarle una nueva de 3 adicionales en libertad condicional por la cual no podía abandonar territorio norteamericano, sin embargo, ahora le han permitido permanecer durante 2 semanas en La Habana coincidiendo con la visita del Papa a Cuba.
CCH: Primero hay que subrayar que todo el proceso de los 5 fue manejado de manera política, no fue manejado con criterios de justicia. Hubo múltiples violaciones del sistema judicial norteamericano, de convenios internacionales sobre la libertad de prisioneros, etc. Fue gracias a las presiones internacionales, de organizaciones solidarias en EE. UU. que finalmente se obtuvo esa liberación condicional. Es importante ver el doble lenguaje de EE. UU., que al mismo tiempo que habla de Derechos Humanos y democracia, en los hechos no se aplican. Conocemos el Patriot Act que es un retroceso histórico de varios siglos y en el caso de los 5 cubanos se evidencia que fue un hecho político muy influenciado por los “gusanos” de Miami y, por supuesto, se manejó sin tomar en cuenta los derechos de los acusados, la información sobre el caso, las declaraciones de Amnistía Internacional que lo analizó y afirmó que no había ninguna justificación de las condenas que fueron terribles: doble cadena perpetua más 10 años en algunos casos. Fueron tratados de manera inhumana con aislamiento total y prohibición de ver a sus familiares; además, el proceso se hizo en Miami, un lugar dominado por anticastristas. Fue un manejo inaceptable, totalmente injusto e inhumano. Son presos políticos, injustamente retenidos en EE. UU. y es muy importante que la ciudadanía mundial pueda unirse a esta causa firmando peticiones, por ejemplo, y haciendo reuniones informativas que permitan desnudar la política exterior de EE. UU., su naturaleza real. Es muy importante solidarizarse con los 5 héroes cubanos que hacían un trabajo de protección de su país, de prevención de los ataques terroristas organizados desde Miami que asesinaron mucha gente en Cuba, un trabajo patriótico que hay que saludar y felicitar. Están injustamente encarcelados desde 1998 y me parece una causa importante que debe movilizar a todos los que defendemos la justicia.
MINUSTAH: Es un escándalo que tropas de A. Latina estén siendo utilizadas en este proyecto de dominación
MH: Se ha conocido un informe sobre la violación de los DD HH por la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (Minustah). ¿Cuál es el contenido de ese informe?
CCH: Es un informe hecho por la Plataforma de DD HH en Haití que agrupa 12 instituciones y muestra que la Minustah en 8 años de presencia ha sido un instrumento permanente y sistemático de la violación de los derechos básicos del pueblo haitiano. Se ha evidenciado su participación directa en la violación masiva de niños y niñas y contra pobladores de barrios populares. Hay muchos expedientes, pruebas y testimonios que muestran que no son casos aislados sino sistemáticos y que se explican por la situación de ocupación militar. Es muy importante subrayar que la Minustah es parte de una sucesión de misiones militares en Haití desde 1992 y constituye una fuerza de ocupación con todo lo que esto significa de violencia y agresión contra el pueblo haitiano y su dignidad. Me parece un escándalo que tropas de América Latina estén siendo utilizadas en este proyecto de dominación.
MH: Entre ellas, tropas argentinas.
CCH: La mayoría de las tropas son brasileras, argentinas, chilenas, uruguayas, de Guatemala, Bolivia, así que es muy importante denunciarlo porque me parece muy grave y no solo hay una gran mentira alrededor de la naturaleza de esa fuerza sino que también constituye una especie de laboratorio, de experimento para justificar nuevas formas de presencia militar, instrumentalizando ejércitos latinoamericanos. Esa presencia se inserta dentro de la lógica global de militarización imperial de la cuenca del Caribe con la presencia masiva de nuevas bases militares en Panamá, Honduras, Curazao y la que se está construyendo en Santo Domingo.
MH: Ahora aparece otra en Argentina aunque fue negado por el gobernador Capitanich de la provincia del Chaco diciendo que se trata de un centro de ayuda humanitaria en el aeropuerto de Resistencia.
CCH: Cualquiera sean los objetivos proclamados por el Consejo de Seguridad de promoción de los DD HH, de restablecer un clima de seguridad y estabilidad, de realizar elecciones democráticas, de relanzar la economía, controlar el narcotráfico, etc., todos han fracasado rotundamente. La Minustah no está contribuyendo, al contrario, es una fuerza de desestabilización del país y rechazada masivamente por el pueblo haitiano. Durante los 2 últimos años se dieron manifestaciones en casi todas las regiones del país para denunciar el comportamiento de esas tropas de ocupación y reclamar su retiro inmediato porque son tropas de atropello que han cometido múltiples violaciones a los DD HH. Son casos terribles por las consecuencias que tienen sobre la población, las familias y los niños víctimas. Por ejemplo, el caso del cólera, introduciendo una enfermedad que no existía en Haití, a través de soldados nepalíes, que ya mató a 7000 personas y afectó a 500.000, sobre todo en las comunidades rurales más alejadas que no tienen infraestructura sanitaria para luchar contra el cólera. Por supuesto, no reconocen su culpabilidad y participación en la introducción de la enfermedad. No hicieron nada para luchar contra ella. Cuando uno compara el presupuesto anual de U$S 800 millones al año y lo que hacía falta para luchar contra el cólera -U$S 125 millones- se da cuenta que no han enviado recursos financieros para ese fin. No solo es una negligencia culpable, criminal, sino también muestra el tipo de relación que tienen con el pueblo haitiano. Es evidente que la infraestructura de acceso al agua potable y sanitaria, podrían ayudar a disminuir el número de muertos y afectados. En Haití denunciamos esa presencia pero también hay grupos que se formaron para acusar formalmente y reclamar reparaciones indemnizatorias para todas esas familias. Hasta ahora Naciones Unidas ha rechazado esas quejas. Es una relación totalmente vertical que crea en el país una situación inaceptable desde el punto de vista de los DD HH y ese documento señala con una gran cantidad de pruebas todas las violaciones cometidas por la Minustah durante los últimos 8 años.
Reclamamos el retiro de la Minustah lo más rápidamente posible e indemnizaciones para todas las víctimas de su presencia.
MH: Se nos terminó el tiempo, te dejo el cierre de la entrevista.
CCH: Hago un llamado a las organizaciones argentinas para que apoyen el reclamo del pueblo haitiano exigiendo el retiro de las tropas latinoamericanas en general y de Argentina en particular. Sabemos que las organizaciones argentinas dan mucho valor a la libertad, a la dignidad de los pueblos y estoy seguro que si supieran realmente lo que está pasando en Haití no tendrían ninguna duda en apoyar nuestra lucha, que no es solo de nuestro pueblo sino por toda América Latina y el Caribe.
Lo que está en juego en Haití es un escenario nuevo de recolonización que amenaza a todos nuestros pueblos para controlar sus recursos y nuestros bienes naturales a través de imposiciones económicas de las instituciones financieras internacionales para exigir el pago de una deuda criminal e injusta que no debemos pagar.
Todo esto entra dentro del mismo sistema de recolonización y la Minustah es un elemento muy peligroso para el porvenir de la libertad y la soberanía de todos nuestros pueblos. Hay que tomar esta lucha al lado del pueblo haitiano como un momento fuerte frente a la amenaza de recolonización y contra los intereses estratégicos de nuestros pueblos.
Camille Chalmers es secretario ejecutivo de La Plataforma de Apoyo para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA).

Publicado por ARGENPRESS

Situación de la población haitiana en México

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SIN FRONTERAS – IAP1

El día 12 de enero de 2010 ocurrió en Haití un terremoto de gran magnitud (7.2. grados Richter) que produjo un nivel de devastación severo para la isla del Caribe. Por la tarde, la comunidad haitiana residente en México comenzó a recibir noticias de que un trágico terremoto había sacudió a su país, dejando miles de muertos y cuantiosos daños, creándose un ambiente de incertidumbre y crisis emocional, pues la isla caribeña quedo incomunicada totalmente durante casi 48 horas y, aunque la comunicación se restableció de forma gradual, muchas familias lograron contactar a sus paisanos hasta dos o tres semanas después.

La solidaridad de muchos gobiernos con el pueblo haitiano fue demostrada a lo largo de los meses subsecuentes, nuestro país no fue la excepción, que no solo se avocó a recolectar víveres y enviar ayuda en especie, sino que otorgó facilidades migratorias para que quienes residieran en el país, viajaran a buscar a sus familias, incluyendo autorizaciones para las personas reconocidas como refugiadas, a quienes usualmente se les restringe el regreso a su país por motivos de seguridad o protección. Asimismo, el 2 de marzo, 25 de abril y 2 de junio, del 2010, México otorgó facilidades para llevar a cabo la internación de personas haitianas, y en tres buques ingresó a un total de 511 personas haitianas sobrevivientes del terremoto. Según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) en Junio de 2010 habían ingresado 1011 nacionales haitianos al país, 511 bajo el esquema de medidas temporales para la internación y estancia, y 500 personas ingresaron por sus propios medios. La expectativa de gran parte de la población haitiana al llegar a México, era encontrar un plan integral de asistencia como parte de las facilidades otorgadas por el gobierno mexicano, sin embargo, las medidas de internación y apoyo concluyeron con la entrega de su documento migratorio para residir en el territorio por un año.
A su arribo, el INM con fundamento en el oficio INM/ 045/ 102, entregó a todas las personas nacionales de Haití, una forma migratoria que les otorgaba la calidad de No migrantes con la característica de visitantes por razones humanitarias o de interés público, permiso que permite a las personas extranjeras realizar cualquier actividad lucrativa o no, siempre que sea lícita y honesta en el país, durante un año (365 días a partir de su expedición). Dentro de estas medidas se les permitió trabajar y estudiar a quienes con anterioridad ya se encontraban residiendo en México en la característica migratoria de Estudiantes3. No obstante, a su arribo, las personas haitianas en México se enfrentaron a la inexistencia de programas sociales para recién llegados. La presencia de diversas problemáticas sociales, económicas, culturales y familiares comenzaron a dificultar su estancia en el país. Aunado a ello, la mayoría de estas personas presentaban afectaciones emocionales después de la experiencia vivida por el desastre en su país, lo cual implicaba también la necesidad de brindar apoyo psicosocial acorde a sus necesidades.
Bajo este contexto, organizaciones de la sociedad civil, como Sin Fronteras IAP, recibimos y atendimos, dentro de las posibilidades institucionales humanas y financieras, parte de esta población haitiana recién llegada a raíz del terremoto. La mayoría expresaba necesidades como alimentación, vivienda, acceso a servicios de salud y aprendizaje del idioma español. A poco más de dos años de este acontecimiento, la falta de programas sociales para la recepción e integración de los sobrevivientes del terremoto, ha generado que muchas personas enfrenten diversas problemáticas económicas, sociales, familiares, culturales, emocionales, entre otras, que han hecho difícil su estadía en el país. Esto, aunado al resto de situaciones a las cuales se enfrenta la población migrante y refugiada en México como es el fuerte nivel de discriminación por su color de piel.
Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, reconoció que a dos años de la tragedia, y pese a que ingresaron en México con visas humanitarias, que teóricamente les permiten trabajar, la realidad es que muchos de sus connacionales no consiguen empleo. “Los haitianos que radican en México son en su mayoría hombres de 25 a 40 años, con instrucción de nivel medio superior, que no dominan el español. Ante la falta de documentación apropiada, muchos de ellos enfrentan discriminación y falta de acceso a fuentes de empleo que les permitan una subsistencia digna, pese a que el Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgó los permisos necesarios para trabajar.”4 En este escenario, quedan varias acciones pendientes por parte de autoridades y sociedad civil en beneficio de esta población, si bien su ingresó constituyó un gesto humanitario y plausible, es necesario que antes de llevar a cabo estas acciones se considere las implicaciones sociales, económicas y presupuestales que ello implica puesto que con la apertura de fronteras, debe asumirse el compromiso de acceso y garantía de la población recién llegada a servicios de salud, educación, vivienda, estancia regular y demás servicios encaminados a una integración social. Entre las cuestiones pendientes por resolver en torno a las acciones que el gobierno llevará a cabo están:
• Garantizar las prórrogas de documentación migratoria que les permita seguir residiendo en México de forma regular. Esto, no únicamente como una medida que les permite lograr mejorar su calidad y condiciones de vida en México, buscando dignificarla, sino que además les permite continuar preparándose académica y profesionalmente, y seguir apoyando económicamente a sus familiares que aun continúan viviendo en la isla.
Para ello, también es necesario que el Gobierno extienda el apoyo que en el 2010 decidió ofrecer en aras del interés público o ayuda humanitaria, con menor intensificación que en el momento mismo de la emergencia, pero sí manteniendo algunos beneficios o facilidades a favor de ésta población, por ejemplo a través de establecer criterios como:
– Exentar del pago de derechos a la población que ya cuenta con documento migratorio de regular estancia y desea continuar residiendo en México;
– Aceptar documentación que requiere de validez oficial como documentos de identidad, certificados y diplomas que acrediten capacidad técnica o escolar, con certificación que pueda hacer el consulado de Haití en México sin requerir en todos los casos que se apostille la documentación en el país de origen;
– Continuar autorizándoles a que desempeñen cualquier actividad (lucrativa o no) siempre que ésta sea licita;
– Autorización para que quienes ingresaron como estudiantes puedan continuar desempeñando actividades lucrativas al mismo tiempo.
• Monitorear e implementar medidas en lo concerniente a temas como la discriminación y el racismo pues es sabido que México no se asume como un país multicultural sino como un país mestizo. Incluso, la tercera raíz mexicana, la negra, no es aún reconocida por un amplio sector de la sociedad pues es una población que durante años ha permanecido silenciada en el país.
Inmigrantes de otras nacionalidades como Nigeria, Camerún, Congo, Jamaica y Zimbabwe refieren constantemente eventos de discriminación por parte de personas mexicanas en su vida cotidiana. Si bien, las población haitiana en general tuvo una buena acogida por parte de la sociedad mexicana en su llegada – no olvidemos que después del terremoto del ´85 en México, la sociedad civil de este país está sumamente sensibilizada ante este tipo de catástrofe en particular, y tiende a ofrecer ayuda solidaria rápidamente – algunos ya han comenzado a relatar eventos de racismo en la calle, pero sobre todo, en el ámbito laboral.
• Implementar programas gratuitos de aprendizaje del idioma español. El aprendizaje del idioma español es una de las condiciones que puede hacer la diferencia entre un proceso de integración más fluido y un proceso poco exitoso para las personas migrantes no hispanoparlantes; la falta de acceso a los códigos comunicativos de la comunidad de arribo, no sólo genera demora en la posibilidad de adaptación de las personas, sino que puede derivar incluso en aislamiento y sensaciones de fracaso profundo que afectan el bienestar emocional de las personal a no poder establecer vínculos sociales.
Es importante señalar que, el apoyo que el gobierno brinda a determinado sector de la población, y sobre todo tratándose de personas que reciente arribo, debe hacerse con una perspectiva integral, donde se le pueda otorgar la oportunidad a la persona, de salir adelante y dignificar sus medios de vida, a través de sus propios recursos, pero contando con las bases mas elementales de integración a un mundo nuevo, complejo y muy diverso al que ellos conocían. También es importante reconocer que las secuelas del terremoto aun tienen consecuencias en la población afectada, siendo así necesario continuar con el apoyo que inicialmente se le otorgó, evitando en este momento perjudicarles, por ejemplo, imponiéndoles multas y pagos de derechos5 impagables para ellos, dejándoles en estado irregular en cuanto a su condición migratoria, entre otras. También consideramos apremiante que el gobierno mexicano lance una campaña mediática donde se difunda la necesidad de que las empresas ahora sean “socialmente incluyentes”, es decir, que no se discrimine a la personas extranjeras para poder obtener un trabajo estable, seguridad social. Otorgarles la oportunidad de que continúen con facilidad sus estudios en México, entre otras medidas disponibles y necesarias.

Martelly dice que elecciones en Haití son una prioridad

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martes 6 de marzo de 2012

XINHUA

El presidente de Haití, Michel Martelly, aseguró que la organización de elecciones de este año es una prioridad de su gobierno, y anunció que el proceso electoral será oficialmente lanzada cuando el Parlamento ratifique a su candidato a primer ministro.

Martelly agregó que las autoridades trabajan actualmente en un calendario electoral para garantizar la realización de los comicios, proceso que será llevado a cabo por el organismo electoral más conveniente para el país.
«Quiero tranquilizarlos al señalar que nosotros concedemos la prioridad al tema de las elecciones porque es una obligación y es una de las señales que ponen de manifiesto que la democracia sigue su curso», afirmó Martelly.
Haití debe realizar comicios parciales para renovar cargos en los gobiernos locales y en un tercio del Senado, en el primer semestre de este año.

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miércoles 29 de febrero de 2012

Wooldy Edson Louidor (especial para ARGENPRESS.info)

El debate en torno a la hospitalidad, es decir el encuentro entre un migrante y una sociedad de acogida, se inserta en las políticas migratorias principalmente de los países de destino de extranjeros.

El caso de Brasil, sexta economía mundial y destino de extranjeros provenientes tanto del Norte (por ejemplo, los europeos) como del Sur (el caso de los haitianos), es sintomático de la tensión entre ética y política a la hora de definir las políticas migratorias.
Todo parece indicar que en esta tensión los Estados tienden a poner límites y condiciones a la ética, principalmente los principios de solidaridad y hospitalidad, y a adoptar políticas basadas sobre la lógica de costo-beneficio.
Brasil, un destino cada vez más elegido por los trabajadores extranjeros
“Brasil es actualmente una isla de prosperidad en el mundo, hay mucha gente calificada que quiere venir al país”, declaró en la prensa a mitad de enero de 2012 el economista Ricardo Paes de Barros, coordinador del proyecto brasileño de elaborar una nueva política nacional de inmigración para sustituir una vieja Ley migratoria (Estatuto dos Estrangeiros) que data de 1980, de la época del régimen militar (Ver: O Globo, Brasil quer facilitar vistos para profissionais estrangeiros, 15 de enero de 2012). (1)
Esta Ley No 6.815 define y rige aún -a pesar de las diferentes alteraciones aportadas a ella por otras leyes y decretos, por ejemplo la Ley No. 12.134 del 18 de diciembre de 2009- las normas reglamentarias sobre la autorización de los permisos de trabajo para los extranjeros que viven en el país suramericano. De manera general, “define la situación jurídica del extranjero en Brasil, crea el Consejo Nacional de Inmigración y da otras providencias”, tal como lo subraya el Ministerio de Justicia de Brasil. (2)
El flujo de migrantes hacia Brasil aumenta cada vez más. Por ejemplo, “de enero a septiembre de 2011, el Ministerio de trabajo de Brasil otorgó 51.353 permisos de trabajo a extranjeros, o sea un aumento de 32% respecto al mismo periodo en el año anterior [2010]”, explicó el funcionario brasileño. De ahí la necesidad de actualizar esta vieja Ley.
Una lógica del costo-beneficio
La elaboración de la nueva política migratoria de Brasil oscila entre dos principios claves, a saber: priorizar y facilitar la inmigración de profesionales extranjeros altamente calificados, al mismo tiempo establecer límites para extranjeros que llegan al gigante suramericano, huyendo de la pobreza en su país de origen, según Ricardo Paes.
En este sentido, en el marco de esta nueva política migratoria de Brasil, se trata de eliminar o, al menos, reducir las dificultades y obstáculos burocráticos en los trámites para que los profesionales altamente calificados, entre ellos los europeos, obtengan con facilidad y rapidez sus visas y permisos de trabajo.
Sin embargo, en el caso de los migrantes poco calificados y provenientes de países pobres por causas humanitarias (entre ellos los haitianos), Paes subraya: “Es necesario definir hasta dónde llegará nuestra generosidad. Ya que no vamos a contribuir a aliviar el sufrimiento del mundo y absorber a esas personas. La solidaridad debe tener ciertos límites y adecuarse a la ayuda que Brasil sea capaz de ofrecer.”
En pocas palabras, se trata de una política de inmigración selectiva, inspirada del modelo que aplican Canadá y Australia, países que mantienen abiertas las puertas para los profesionales extranjeros, según el alto funcionario brasileño.
Los profesionales extranjeros, altamente calificados y oriundos de países del Norte, aportan a Brasil sus conocimientos y habilidades. Se trata de una “fuga de cerebros”, tal como lo llama Ricardo Paes. Brasil sale ganando con la inmigración del profesional extranjero, quien sale ganando también. Es una lógica de costo-beneficio o, mejor dicho, una lógica de ganador-ganador.
Al contrario, en el caso de los migrantes poco calificados y originarios de países pobres (como el caso de los haitianos), Brasil debe encargarse de ellos, brindándoles alimentación, vivienda y cuidados médicos. Esto representaría una carga social. Brasil perdería, en comparación con lo que esos migrantes podrían aportar al país. Si Brasil los acoge, lo hace en nombre de la solidaridad y la hospitalidad, que el país debe absolutamente limitar porque “no puede absorber a todas esas personas”.
Una lógica que va en contra de la protección de los derechos humanos
Esta lógica de costo-beneficio fundamentaría concretamente la nueva normativa y política de Brasil respecto a la inmigración haitiana que fue presentada a la opinión pública por el gobierno de Dilma Rousseff el pasado 12 de enero de 2012. Dicho marco normativo-político fija una cuota de 100 visas que Brasil otorgará cada mes a los haitianos (poco calificados) a través de su Embajada basada en Puerto Príncipe. (Ver: Wooldy Edson Louidor, La nueva política de Brasil ante la migración haitiana, 24 de enero de 2012). (3)
Del mismo modo, esta nueva política ordena el cierre de las fronteras para los migrantes haitianos irregulares, así como la deportación de los y las que lleguen luego del 12 de enero de 2012 al territorio brasileño sin visas, so pretexto de luchar contra las redes de traficantes.
De hecho, esta nueva política no establece ninguna diferencia entre los traficantes, quienes se enriquecen con el dinero de los migrantes, y sus víctimas cada vez más expuestas a una situación difícil y vulnerable en las diferentes fronteras, donde estén varadas. Tampoco toma en cuenta la dimensión regional (suramericana) de la migración haitiana: al cerrar sus fronteras, Brasil no se preocupa por cumplir su obligación (basada en los múltiples tratados y convenciones a nivel regional e internacional que firmó y ratificó en materia de derechos humanos) de proteger a los migrantes que se encuentran en los espacios comunes y limítrofes con Perú, Bolivia, Colombia…
Como consecuencia de lo anterior, los migrantes varados en dichas fronteras se encuentran en una especie de tierra de nadie (no man’s land) que no es asumida por ningún Estado. En esa tierra de nadie, además de la crisis humanitaria, los migrantes se enfrentan a todo tipo de abusos y violaciones contra sus derechos por parte de traficantes, choferes de taxis, empresas de explotación minera (muchas veces, ilegal) e incluso de agentes del orden público de algunos países (por ejemplo de Bolivia), tal como lo vienen denunciando varios organismos de derechos humanos y también según los testimonios de los mismos migrantes. Las mujeres y las niñas y niños haitianos son los grupos más vulnerables. (Ver: Desdelsur, Haitianos expuestos a graves peligros en triple frontera, 25 de enero de 2012). (4)
Necesidad de adoptar una visión más amplia de la política migratoria
La necesidad de adoptar una visión más amplia de la política migratoria, en términos (éticos) de hospitalidad y solidaridad internacional, no estriba en ningún idealismo soñador, sino que brota de la urgencia de enfrentar el reto de la protección de los derechos humanos y de la dignidad de los migrantes varados en las fronteras, principalmente las y los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y siendo víctimas de abusos y violaciones.
Una política migratoria, basada en la lógica de costo-beneficio y en la seguridad, se revela limitada y conlleva elevados costos en términos humanitarios y humanos al negar de manera tan ciega e inhumana la hospitalidad a los migrantes, tal como se está comprobando en la situación actual que viven 274 migrantes haitianos varados en la localidad peruana inundada de Iñapari en la frontera común con Brasil y Bolivia (5) (leer y escuchar: Radio Francia Internacional -RFI-, Perú: Haitianos bloqueados en la ciudad inundad de Iñapari, 21 de febrero de 2012).
No se trata de “aliviar” o “absorber toda la miseria del mundo”, sino de humanizar la política migratoria en nombre de los principios universales de los derechos humanos y de la dignidad humana y dar un contenido realmente serio y auténtico (por lo tanto, ético) a la solidaridad que Brasil ha expresado tantas veces a Haití principalmente a través de las diferentes declaraciones políticas y públicas de su presidenta Dilma Rousseff y de otros altos funcionarios del país.
Una solidaridad y una hospitalidad que deben ir más allá de lo humanitario. Una hospitalidad que debe “reconocer el clamor de alguien”, principalmente del otro, del extranjero vulnerable y con necesidad de asistencia y protección (por eso, clama), “simplemente porque es un ser humano que merece ser acogido y respetado”, tal como lo señaló el Padre jesuita Adolfo Nicolás, superior general de los Jesuitas.
Una solidaridad y una hospitalidad verdaderamente humanas, más allá también de la lógica limitada (capitalista) del costo-beneficio.
Wooldy Edson Louidor es Coordinador Regional Incidencia y Comunicación para Haití. Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe (SJR LAC).
Notas:

5) http://www.espanol.rfi.fr/americas/20120221-peru-haitianos-bloqueados-en-la-ciudad-inundada-de-inapari

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Misión ONU en Haití para examinar situación del país

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LUNES 13 DE FEBRERO DE 2012

PL

Representantes del Consejo de Seguridad de la ONU examinarán desde hoy los intentos de Haití de recuperarse de desastres naturales, humanitarios y de crisis políticas.

En la agenda de visita de los delegados internacionales, que concluirá el próximo jueves, aparecen reuniones con las autoridades locales y la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) para abordar sus tareas y planes con vista a reducir esta fuerza en la nación caribeña.
La fuerza multilateral presente en el país desde 2004 tiene planeado reducir en dos mil 700 el número de sus efectivos, que se cifran actualmente en 11 mil 600.
Los miembros del Consejo de Seguridad abordarán el cumplimiento de las resoluciones de ese órgano sobre Haití, relacionadas con la estabilidad, la seguridad y el desarrollo económico y social, indicó un portavoz de los visitantes.
Examinarán los avances en la reconstrucción después del terremoto de 2010 que ocasión más de 300 mil muertos, igual cantidad de heridos y 1,5 millones de damnificados, según cifras oficiales.
Otros aspectos serán analizados como la reforma institucional, la gobernabilidad, manejo de fronteras y observancia de los derechos humanos, duramente afectado por una epidemia de cólera desatada en octubre de 2010 y que ha cobrado más de siete mil muertes.

En cuanto a este grave problema, muchos haitianos expresaron su rechazo a la Minustah luego de revelarse que informes técnicos atribuyeron la epidemia a un contingente nepalí que echó desechos fecales al río Artibonite.

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